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A siete años del hito uruguayo: La realidad del consumo de marihuana en Chile

Foto del escritor: revistamentapinkrevistamentapink

¿Sabías que en Uruguay te puedes fumar un pito de marihuana afuera de la casa de gobierno? Dentro del país, mientras seas ciudadano o residente permanente, puedes hacer esto sin miedo a ser detenido. Por otro lado, en Chile, no está permitido consumir cannabis en un espacio público, porque te arriesgas a ser acusado de estar cometiendo un delito.

"Pito" de marihuana junto a restos de la planta en un moledor. Fotografía: Denisse Reyes

El consumo de sustancias psicoactivas como la marihuana es una práctica milenaria y los motivos son tan variados como los tipos de cepas que existen. Sin embargo, su tenencia, consumo y comercialización han sido tema de debate alrededor del mundo. Tanto así, que solo hace unos días, el 2 de diciembre, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció las propiedades medicinales del cannabis tras dos años de haberlo hecho la Organización Mundial de la Salud (OMS).


Siete años han pasado desde que en Uruguay se legalizó la marihuana. El 10 de diciembre de 2013, la nación latinoamericana hizo posible un hito que lo transformó en el primer país del mundo en regular el porte, consumo y comercialización de esta planta sumándose además a otras libertades ya legalizadas como el aborto libre y el matrimonio igualitario. Sí, Uruguay es un país rupturista y liberal.


¿Pero cuál fue el objetivo principal de este proyecto? Regular el mercado y quitarle terreno al narcotráfico a través de un Estado que le diera a sus ciudadanos la oportunidad de acceder a cannabis de buena calidad, ya sea por medio del autocultivo, clubes cannábicos o farmacias, invirtiendo además en estudios e investigaciones sobre esta planta.


El consumo del cannabis en Chile


Hoja de cannabis vintage dibujada a mano. Fotografía: Freepic.

En nuestro país, la situación no es distinta a la realidad de muchos países: es un tema tabú y con distintas opiniones. El consumo medicinal está permitido por ley y para ello se puede recurrir al autocultivo o ser parte de los clubes cannábicos, pero solo si cuentas con receta médica. El consumo recreacional también está autorizado, pero mientras sea en un espacio privado justificando un uso personal y próximo en el tiempo (a diferencia de Uruguay, esto solo es permitido a través del autocultivo).


En el informe Mundial sobre Drogas de la Organización de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (ONODC), Chile aparece como el tercer país del mundo con mayor consumo de cannabis con un 15,1% de adultos que dijeron haber consumido cannabis en el último año, solo superado por Israel (27%) y Estados Unidos (17%), pero al mismo tiempo posee una de las legislaciones más estrictas en temas de drogas.


La ley de Drogas o Ley 20.000, publicada en el 2005, se encarga de sancionar el microtráfico o tráfico de sustancias psicotrópicas con penas que van de los 541 días a 15 años de cárcel dependiendo de la gravedad del delito. Sin embargo, en el Informe Nacional De Procedimientos Policiales por Infracción a La Ley 20.000 de Drogas (2018), del total de las detenciones, el 70,5% son por porte, consumo y cultivo de marihuana y no por tráfico o microtráfico.


Claudio Venegas, director de la Fundación Eutopia, institución que aboga por una efectiva regulación del cannabis, destaca lo preocupante que son los vacíos entre la ley y su aplicación, lo que termina generando detenciones masivas, costeadas con dinero fiscal, de personas que no incurren en faltas a la ley. “No hay un trabajo de inteligencia. Tenemos que distinguir cuales son las prácticas de los usuarios que son legales, pero hay que especificarlas más: cantidad de gramos, metros, etc”.


¿Qué es lo que dice la historia?


Plantación de cañamo en Los Andes 1922. Fotografía: Chile Histórico.

El uso y consumo de drogas en Chile tiene más de 200 años. ¡Sí! incluso antes de la independencia, sustancias como el opio, el alcohol y el cannabis sativa eran comunes, particularmente esta última era usada como materia prima y tuvo un rol importante en el ámbito económico durante la colonia. De ahí en adelante, como resultado de la construcción social conservadora de la república de Chile, con bases en el orden y la moral, estas drogas se fueron transformando en sinónimo de lo pecado y rotería.


Hasta 1940, Chile era uno de los principales productores de cáñamo del mundo debido, entre otras cosas, a su clima mediterráneo de la zona central. Sin embargo, en los años 60 y coincidiendo con el movimiento hippie, esta industria se desmoronó. Y fue en 1961, que la Convención Única de Estupefacientes de las Naciones Unidas penalizó el uso recreacional del cannabis en los 40 países que ratificaron el acuerdo, dentro de los cuales estaba Chile, que para mayo de 1973 tenía su primera ley sobre drogas.


Al poco tiempo de salir la Ley 20000, se creó la revista Cáñamo, además ese mismo año, las marchas por la despenalización se hicieron notar en todo Chile. Hasta el 2008, cuando Michelle Bachelet puso a la marihuana en el puesto N°1 de la lista de drogas. Pero ese no fue el fin. Bien lo sabe Barbie Marihuanera , quien este año comenzó a postear información sobre el cannabis en su cuenta de Instagram. "Los comentarios negativos sobre el cannabis me dieron más ganas de hacer activismo, porque si se trata de esa forma el cannabis es porque hay pocas voces que le hacen justicia", comentó la activista.


¿Qué es lo que se viene?


Las sustancias psicoactivas como la marihuana han sido parte de la vida del ser humano desde sus orígenes, es por ello que la lucha por la despenalización ha marcado la agenda pública de distintos países. El primer Estudio de Percepción Ciudadana sobre una regulación para el cannabis en Chile, realizado por la Fundación Eutopia, dio como resultado que un 82% de la ciudadanía está de acuerdo con una nueva regulación del cannabis y el 68% cree que con esto disminuiría considerablemente el tráfico.


En el futuro cercano, Fundación Eutopia y Fundación Daya están enfocadas en lograr que sus indicaciones a la reforma de la Ley 20.000 o Ley Anti Narcos sean escuchadas. Ya que el proyecto impulsado por el presidente Sebastián Piñera, cuyo objetivo es atacar aún más al narcotráfico, está haciendo todavía más difícil la distinción entre consumo personal y delito. Es por esto que se pretende establecer ciertos parámetros a considerar como el porte, cantidad de plantas y gramos permitidos.


Posteriormente, la idea es poner el tema de la regulación sobre la mesa. Para eso, Barbie Marihuanera cree que debe existir una alianza entre las organizaciones y la sociedad civil. “Se necesita una masa colectiva para cambiar las cosas, se necesita unión”. En este sentido, Venegas comentó que la puesta en marcha de una futura regulación “permitiría ordenar algo que ya es lícito, tener un mayor control del tráfico, dar mayores garantías a los usuarios y destinar recursos a la reeducación social sobre este tema”.




Marcha por la legalización de la marihuana en Chile. Fotografía: EFE



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