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María Romero, la periodista de cine pionera por oficio

Foto del escritor: revistamentapinkrevistamentapink

Efecto mariposa o un golpe de suerte quizás. Aunque María Romero fue una mujer que se ganó el reconocimiento dentro y fuera de Chile porque se destacó por su trabajo periodístico, eso no puede ser un golpe de suerte ¿o sí?

María Romero siendo jurada de la IX edición del Festival de Cannes

María Romero no estudió periodismo, no solo porque en ese momento no existía como carrera universitaria, sino que sus intereses eran otros: la literatura y los niños. Entró a la Universidad de Chile para estudiar Pedagogía en Inglés, una excelente y acertada decisión que le sirvió para poder comunicarse más tarde con extranjeros en Chile como con personas en todo el mundo.


Su amor por la educación infantil la motivó a aceptar una beca en el Mills College, en Estados Unidos para estudiar un postgrado en Educación Parvularia después de haber trabajado unos años como secretaria de la educadora Amanda Labarca. Este viaje que partió como una oportunidad para especializarse en sus estudios, terminó siendo una experiencia que le cambió la vida. Visitó la cuna del cine estadounidense: Hollywood en Los Ángeles, California.


Sus trabajos periodísticos fueron tan bien recibidos que llegó a convertirse en directora de la revista chilena de cine y teatro Ecran por casi 20 años (1939-1960). Le dió su sello. Ella y el medio eran una sola cosa, lo que le permitió obtener entrevistas exclusivas para Ecran y ser considerada por la industria cinematográfica como una carta segura en coberturas y festivales de cine alrededor del mundo como Cannes, Venecia, San Sebastián y Mar de la Plata en las que participó como jurado.


Su férreo compromiso profesional y su buena llegada con las personas le permitió acercarse y conversar con distintas estrellas del cine en su momento como Ava Gardner, Brigitte Bardot, Walt Disney y Tyrone Power. Viajó en distintas oportunidades a Hollywood, pero en diciembre de 1954 Romero vivió un hecho particularmente emocionante: entrevistó a nadie más y nada menos que a la diva del cine Marilyn Monroe de la cual se volvió también amiga.

María Romero entrevistando a Marilyn Monroe en diciembre de 1954

Nayive Ananias, periodista de espectáculos, se refiere a las características de Romero que le permitieron entrevistar de forma admirable a personajes reconocidos públicamente sin caer en el fanatismo. “Ella no endiosaba, evitaba idolatrar a sus entrevistados. Romero tuvo un atrevimiento profesional: “Voy a viajar a Hollywood, me van a pagar los pasajes, pero no te voy a ir a adorar, te voy a entrevistar, estoy haciendo mi trabajo”. María Romero era una periodista activa, respetuosa y profesional, lo que sin duda le permitió lograr trabajos no solo de calidad sino que también bajo una ética periodística digna de imitar.

Romero sonriendo para la cámara junto a Walt Disney

Romero fue una comentarista de cine pionera. Dijo en un momento haberse enamorado del séptimo arte. Quizás eso explica el porqué sus trabajos eran tan alabados. El ingrediente secreto del "amor por lo que se hace" pudo haber sido su as bajo la manga en un mundo en el que "cumplir con el deber" era socialmente muy valorado. Terminó siendo reconocida por su labor periodística, no por lo que estudió en su momento. Aunque sin duda esos conocimientos previos le dieron experiencia y le permitieron convertirse en la mujer que fue.


A sus 63 años y después de años de trabajo en Ecran, en El Mercurio y en el noticiero 60 minutos de TVN, ganó el Premio Lenka Franulic, un reconocimiento nacional al periodismo femenino. En 1989, 18 años después de este hecho y con 59 años de trayectoria, María Romero murió por una peritonitis después de casi tres años de una enfermedad que le impidió seguir trabajando en lo que tanto amaba.


El legado de Romero traspasó la línea de lo meramente profesional. "Ella sentó las bases de un periodismo cultural cinematográfico. Profesionalizó un área menoscabada. Además, propició que muchas mujeres quisieran insertarse en el mundo periodístico y que quisieran especializarse en el área de espectáculos. Demostró (en una época muy machista) que una mujer podía trabajar como periodista, podía ser seria, formal y tan profesional como un hombre”, concluye Annanias.

Yorumlar


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